Alba detenida en el tiempo.
Se estremece,
acariciando una hoja púrpura de poesía.
El llanto efímero de la que sin ti descansa,
se escribe a si misma,
en el muro blanco del dolor.
Hay un temblor que yace,
Una fuga,
Un recorrido de hilos de luciérnagas,
como espanto en medio de un silencio.
Y su rostro arde,
en el fuego perpetuo,
de la pasión muerta en ramas.
Dibujé, con caricias encendidas,
mi clamor al viento.
Llamando a un claro de luna,
silencio.
Repitiendo al sonido de la marea,
los llantos de estrellas,
con el vasto nombre de la nocturnidad.
Y el vestido azul de cenizas,
Me ha indicado el cuerpo poético,
de una frase muy sublime,
donde el todo se hace en mi memoria.
Un placer leerte este domingo a la mañana... da gusto empezar asi el dia.
ReplyDeleteSaludos almendrados ;)
Gracias por tu visita Teyalmendras y por tus amables palabras.
ReplyDeleteUn abrazo